Vega de Espinareda

  • Maranfallos

    Los maranfallos son una manifestación que se realiza en la época de los entroidos o carnavales en el pueblo de Burbia. Actualmente, los maranfallos salen a las calles el sábado de carnaval, y en algunas ocasiones los martes. Pero antiguamente, lo hacían durante toda la semana y, algunas veces, de una forma muy agresiva. La característica principal de los maranfallos es la persecución que se realiza a las personas que no van vestidos como ellos o con la cara cubierta, ya que la regla fundamental es mantener el anonimato. Para ello se tapan la cara con cualquier elemento que no permita identificarlos, ya sean caretas, trapos, capuchas, etc. Además, en muchas ocasiones deforman sus cuerpos introduciendo trapos en sus ropas e incluso cambiando su forma de caminar para que nadie pueda reconocerlos.
  • Magosto

    Es una celebración, a veces espontánea y a veces organizada, que tiene lugar en los meses de otoño, durante la temporada de recogida de castañas. Se trata de un evento similar al de un filandón, cuyo protagonista principal es la castaña asada. Es una reunión nocturna entre diferentes individuos de la comunidad cuya finalidad es la de socializar. Normalmente se hace alrededor de una hoguera en la que hay un “tambor”, un recipiente cilíndrico con agujeros dentro del cual hay castañas que se van tostando en las llamas.
  • Recuperación de las viñas de San Pedro de Olleros

    En el año 2009 Silvia, enóloga de profesión, estuvo trabajando en bodegas del Bierzo. Es así como conoció la localidad de San Pedro de Olleros, en el municipio de Vega de Espinareda. Vio con preocupación la cantidad de hectáreas de viñedo que se estaban perdiendo por falta de relevo generacional. En el año 2017 regresó al Bierzo con la intención de crear una empresa relacionada con el mundo del vino en esta tierra y recordó aquellas viñas en proceso de desaparición de San Pedro. Contactó con los dueños de algunas tierras, que aceptaron y le cedieron sus viñas para que ellas las recuperase y llevase a cabo en este lugar su nuevo proyecto. Así, arrendó unas 2 hectáreas de viñedos divididas en varios parajes (así puede observar mejor el potencial de cada zona), que han aumentado a unas 3,3 hectáreas. La variedad de uva que más se da en estas viñas es Mencía, como en el resto del Bierzo. Pero entre esas 3,3Ha hay una variedad de uva blanca cuya viña fue abandonada dos veces y ahora vuelve a la vida gracias a Silvia y su proyecto. El proceso de elaboración de vino y cuidado de las viñas es el habitual. La calidad del vino resultante es óptima, ya que la uva es buena y muy sana, debido a la situación de altitud de la viña y su ventilación por las tardes.
  • Pesca con nasa

    Técnica de pesca que consiste en utilizar una especie de cesta de castaño, avellano o salgueiro con una boca amplia que se va estrechando hasta quedar cerrada. Se construye un pequeño muro de piedras a lo largo del rio en forma de embudo para ir conduciendo a las truchas hacia el único hueco que es donde se coloca la nasa. Gracias a estar elaborada con un trenzado de ramas, deja pasar el agua a través de estas, no siendo así con la presa. Una vez colocada, las personas que allí se encuentran, van conduciendo a las truchas hasta la nasa y una vez el animal entra, la persona mete su mano dentro de ella para coger a la trucha y capturarla. Es necesario un gran conocimiento del terreno para su desarrollo, ya que son las zonas de aguas más tranquilas las mejores para llevar a cabo esta práctica. Este es un método selectivo, ya que cuando la trucha es pequeña, se devuelve de nuevo al río. Hoy en día, esta técnica está prohibida, pero su práctica aún está en la memoria de muchas personas.
  • Pesca con nasa

    Comenzaremos por explicar qué es una “nasa”. Se trata de una especie de cesta con una forma muy similar a la de un ánfora. Se construye de manera artesanal con unas ramas muy finas de “salgueiro” (salguero). Se hace manualmente mediante un proceso muy parecido al de fabricación de cestas. Precisamente se hace con ramas de salgueiro porque son los árboles que crecen cerca de los ríos, de manera que el color de la nasa es muy parecido al de la maleza de las orillas. Así, la posible pesca se confunde, o no desconfía y huye. Se suele pescar en los ríos y arroyos, normalmente en balsas de agua creadas con banzaos o valladas, usualmente construidas con vigas de madera y ramas. Su uso está pensado para regadío del pasto de los prados. La diferencia entre banzao y vallada es que el banzao es más profundo que la vallada. Para pescar las ricas truchas del río Ancares, colocaríamos la boca de la nasa a favor de corriente, ya que las truchas suelen nadar a contracorriente. Así es más sencillo que caigan en la trampa cuando el pescador “furgue en ellas” o las “escaxigue” (molestarlas con un palo largo para sacarlas de su zona de confort) desde otra parte más inferior del río. Si consiguen molestarlas, tienden a escapar a contracorriente, hacia partes más altas del río, buscando incluso recovecos oscuros, como el de la propia nasa, que espera paciente con la boca abierta, anclada al río con ramas y piedras.
  • Cestería

    La técnica para la elaboración de cestería es una actividad artesanal tradicional característica de la zona. Esta técnica se basa en “coser” con brengas y costelas de avellano y castaño, diferentes piezas como cestos, megos, cestas de pescar, etc. Para llevar a cabo esta actividad son necesarios conocimientos del entono, de la técnica y del comportamiento de los materiales que formaran las piezas que han sido durante muchos años, imprescindibles para llevar a cabo actividades como la pesca, la recogida de castañas, setas y uvas y multitud de usos a los que han estado y están ligadas estas piezas. Son muchos y muy variados los paso para elaborar un cesto.El primer paso es recoger las varas de avellano y castaño, siendo la mejor época en invierno, ya que la savia no circula. Las mejores varas son las que salen del denominado “culo” o base del árbol. Una vez recogido el material, se procede a extraer las brengas, que son las tiras más finas y las costelas que son las más gruesas. Esta operación se lleva a cabo después de haber torrado las varas en el fuego el tiempo justo para que no se quemen. Es ahí cuando a base de ir doblando poco a poco la vara, van saliendo las brengas que después serán trabajadas con la navaja para disminuir su espesor y perfilarlas.
  • Fachizas

    Las fachizas de Burbia consisten en la realización de una especia de antorchas de paja de centeno que posteriormente serán quemadas en el monte denominado “a lagúa”. El proceso de elaboración comienza escogiendo la paja. Antiguamente eran muchos terrenos de la zona los que se dedicaban a la siembra del centeno, pero como en toda la comarca, poco a poco se fue perdiendo hasta desaparecer. En la actualidad, la paja que se usa es la que Juan, el teitador, usa para teitar las pallozas y horreos. Esta paja se trae de la zona de Astorga, y es de menor calidad que la que se usaba antiguamente ya que, según señalan, la recogida en la zona era de mayor grosor, lo que aumentaba la durabilidad de los teitos al estar ésta más adaptada al medio. Una vez seleccionada la paja, las mejores se atan en un mollo y se dejan unas horas en la reguera para que ablanden. Será esta paja la destinada a hacer los bincallos, que son una especie de cuerdas realizadas a base de entrelazar la paja. Es por eso que necesitan humedecerse, ya que de no ser así, se rompería al retorcerla. Una vez elaborados los bincallos, se extiende la paja seca en una hilera de unos dos metros y se va amontonando a lo largo para ir atándola poco a poco con varios bincallos. Según señalan, los bincallos deben de situarse a una distancia muy concreta, ya que si están muy cerca
  • Feria del Espino

    Entre Vega y Espinareda encontramos El Espino, una pequeña población donde, desde hace varios siglos, se celebra la gran feria del ganado los días 1 y 15 de cada mes, en la que lo tradicional es comer pulpo a feira. La Feria del Espino nació en el siglo XV por Privilegio Real, al amparo de la religión, y tiene al comercio y al pulpo como protagonista. El Rey Alfonso XI concedió al Monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda el privilegio de realizar mercados en tiempos de paz. Dicen las gentes que a la Feria del Espino venían a tratar sobre todo la compraventa del ganado (vacas, caballos, cerdos, e incluso gallinas y conejos) desde todos los rincones de Noroeste de España: El Bierzo, León, Galicia, Asturias e incluso desde el País Vasco. Era un evento importante marcado en rojo en el calendario de comerciantes, ganaderos y agricultores. Tal es su importancia que hasta la forma física del pueblo es circular, ya que creció alrededor del recinto donde tenía lugar la feria los días 1 y 15 de todos los meses, conocido como Campo da Feira.
  • Siembra de las patatas

    La patata ha supuesto, durante muchos siglos, el alimento principal de muchos lugares alrededor del mundo. También de la zona de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses siendo, junto con la castaña, los productos gastronómicos estrella, dada su abundante producción. En el caso de la patata o pataca, como aquí se le llama a este tubérculo, su producción es anual, siendo imprescindible su siembra año tras año. El proceso comienza en primavera, entre la segunda quincena de mayo y principios de junio, dependiendo de cómo venga el tiempo ese año. Si viene muy lluvioso o más bien seco, lo que permite labrar con más comodidad la tierra.
  • Construcción de teitos

    La construcción de teitos es una práctica que ha estado ligada al territorio que hoy en día engloba la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses. La arquitectura tradicional de estas zonas que normalmente son montañosas, no se entendería sin la cubierta tan característica que tienen y que ha dado refugio a sus gentes desde tiempos inmemoriales. Estas construcciones que solían compartir personas con animales, pueden tener diferentes formas según el terreno, la dimensión o la zona, pero lo que todas ellas comparten es la cubierta vegetal. Para teitar una construcción el material principal es la paja de centeno. Esta paja solía cultivarse con abundancia en todos los montes de la zona, que estaban destinados a ese cultivo por ser los suelos más pobres. El centeno se segaba a mano con foucines o fouciños (hoz) y después se mallaba (majaba) en las eras o airas para desprender el grano de la espiga. Es importante señalar que la mejor paja siempre se reservaba para teitar. Una vez se va a colocar, es necesario mallar de nuevo las espigas para que se desprendan los granos que hayan quedado, pues de no ser así, serán un alimento pata pájaros y ratones que harán estragos en la cubierta. Para dar el comienzo de la labor, es necesaria la construcción de un soporte de madera donde más tarde irán colocados los colmos y que sirven de estructura para la cubierta.
  • Fiesta de San Antón

    La fiesta tenía lugar en un fin de semana cercano al 17 de enero, que es el día se San Antón. Comenzaba el viernes y duraba hasta el lunes, día al que llaman “San Antón Viejo”. El domingo era el día de “San Antoñín”. Los primeros días se hacían misas en honor a San Antón, y ofrendas al salir de la iglesia, que después se subastaba entre los vecinos. Lo habitual era ofrecer lacón o centeno para que los gochos (cerdos) no se enfermasen durante el año. Por la noche, se hacía fiesta en el corral de una casa, ya que al ser invierno, las bajas temperaturas obligaban a resguardarse. En ocasiones nevaba, y el hecho de celebrar en el corral permitía la diversión nocturna con la orquesta que se acercaba a amenizar la fiesta de Penoselo. El último día, el lunes, día de “Santo Antón Viejo” era también el “Día de los casaos”, un día más íntimo al que ya solo acudían los vecinos del pueblo. Lo habitual era ir casa por casa a comer chorizos, beber vino y cantar. Por la noche, y como colofón final, se tomaba chocolate caliente. Actualmente se celebra en agosto, aprovechando que es período vacacional y hay más gente en el pueblo. Tiene una duración de un fin de semana, y lo normal es hacer misa por la mañana y verbena por la noche. Hasta los años 90 se hacía también una procesión, pero se ha ido perdiendo la costumbre.
  • Festa do galo y os ditos

    Era una fiesta en la que participaban los chicos jóvenes, mozos adolescentes. Soltaban un gallo y lo perseguían hasta que lo atrapaban. Lo metían en una especie de trampa hecha con un agujero en la tierra y una losa que lo tapaba y por la cual el animal sólo podía asomar la cabeza. El juego de los ditos comenzaba cuando el gallo estaba con la cabeza asomada por el agujero de la losa. Los muchachos decían esos ditos, que eran rimas o poesías cortas, generalmente satíricas, de índole actual. Era condición indispensable para después, con los ojos vendados, tratar de dar un golpe en la cabeza al gallo. Repetían la acción hasta que el animal moría. A continuación celebraban la muerte del gallo e iban pidiendo por las casas una especie de aguinaldo consistente en pan, chorizos, huevos o vino. Por la noche se reunían todos los muchachos en una casa y festejaban cocinando lo recaudado por la tarde tas la muerte del gallo. Actualmente se ha perdido la celebración, pero existe intención de recuperarla (siempre con la intención de no dañar a ningún animal) por parte de la asociación cultural creada recientemente en el pueblo.
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